Propósitos (saludables) para el año nuevo

La noche de año nuevo está cargada de mucho simbolismo. Es la perfecta oportunidad para cerrar puertas, abrir otras tantas.... para agradecer, por lo que recibimos...y por aquello que no. Y para plantearnos propósitos.

Termino este año como mamá de una bebé de 14 meses, estudiando nuevamente, con un nuevo trabajo, con una casa que por fin terminé de remodelar para hacerla saludable.... Con un blog sobre consumo sostenible y vida sana, que quería desde hace mucho.

Mis propósitos saludables para este 2015:

- Mi hija verá menos "Pocoyó". La sacaré más al parque.
- Leeré menos (literatura de negocios) por deber y más (libros electrónicos) por placer.
- Informaré a mis vecinos -si es necesario casa por casa- sobre los efectos de las antenas de telefonía de nuestra comunidad.
- Continuaré fastidiando a mis amigos de la junta vecinal para conservar a nuestro parque libre de Wi-fi (¿donde jugarán los niños?).
- Pondré mi granito de arena, educando a mi familia, vecinos, alumnos, amigos, sobre el impacto de sus decisiones de consumo.

Algunos propósitos biosostenibles que puedes plantearte para este 2015:

- Consume productos con sello Fair Trade: el productor recibirá un pago justo, protegerás la tierra de cultivo y promoverás condiciones de trabajo dignas.
- Usa focos LED. Duran más y te permitirán un ahorro importante en tu recibo de luz.
- Desenchufa los aparatos que no estés utilizando.
- Apaga tu celular por las noches. Tendrás un sueño más reparador y la carga te durará más.
- ¿Tienes niños en casa? Apaga el Wi-fi, al menos por la noche.
- Instala internet por cableado. La carga es más rápida, nadie te robará señal y no emite radiación.
- Optimiza el funcionamiento de tu refrigeradora manteniéndola limpia y sin hielo. Te ahorrará  dinero.
- Usa bolsas bio-degradables o de tela.
- No uses secadora de ropa, emplea luz solar.
- Opera la lavadora a carga llena.

¿Qué propósito tienes para este 2015?

Namasté

PD. Qué tengan un feliz año nuevo. Este blog se despide, por este año. Pero promete regresar después de fiestas, con más ideas, recetas, vídeos y demás sobre consumo responsable, ecología y vida saludable
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Disclaimer: El presente blog no ha sido producido por una profesional en el sector salud. Si tiene una condición médica, consulte con un facultativo.

Lavavajillas ecológico

¿Cuánto lavavajilla comemos en un año?

Si sabemos que al realizar la limpieza del servicio podemos dejar restos de lavavajillas que contienen tóxicos como el benceno y la betaína , tóxicos  que posteriormente ingerimos, ¿porqué no realizar esta limpieza con productos que preserven nuestra salud?

Hace algunas semanas visité la clínica del Dr. Casanova en Huachipa para, entre otras cosas, adquirir productos de higiene personal y para la limpieza de casa. Hubo un gran ausente en mi lista de compras: un lavavajillas ecológico, buenísimo para la limpieza de ollas y hecho de greda que es un tipo de arcilla (por su consistencia y color me recuerda mucho al antiguo "pulitón" que usaba mi abuelo).

Aunque prefiero Taxana Gredín (que es como se llama este producto) para la limpieza difícil, hay otras opciones para la limpieza del servicio, que pueden ser elaboradas en casa con insumos naturales, de manera sencilla y con un presupuesto pequeño.

Si extenderme más, les comparto la receta de lavavajillas que nos viene muy bien para la limpieza del servicio.

- Sal gruesa (200 gr)
- Agua mineral sin gas (400 mL)
- Vinagre blanco (100 mL)
- 3 limones en trozos, sin semillas.

Los ingredientes se licuan hasta observar que las cáscaras de los limones se han triturado. Luego, la mezcla es depositada en una cacerola (de acero, no de aluminio) y es expuesta al fuego por unos 10 minutos, removiendo constantemente. Se retira del fuego y se deja reposar hasta que enfríe. Finalmente se cuela (queda muy poco bagazo, apenas una o dos cucharas) y se vierte en el recipiente final (de vidrio si queremos que sea lo más saludable posible).

El limón, usado desde la época de nuestras abuelas, le otorga a la mezcla propiedades bactericidas y desengrasantes además de un aroma muy agradable. El vinagre actúa como conservante natural, desinfectante, abrillantador y removedor de aromas. La sal aporta su poderosa acción preservante logrando que la mezcla dure por más tiempo.

Una opción para la limpieza diaria del servicio, muy fácil de hacer, con insumos caseros, económicos y biosostenibles. Ponla en práctica y dime como te fue.

Somos lo que comemos.

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A propósito de la COP20

No se cuando fue la primera vez que escuché hablar del cambio climático. No se si fue aquella noche extrañísima, de truenos y relámpagos (en Lima esto no sucede, de ahí lo extraño), que presencié desde el jardín de mi abuela hace ya tantos años (el recuerdo se diluye con el tiempo pero lo que nunca podré olvidar es aquel rayo que impactó a escasos 2 metros de donde yo estaba parada y mi madre no me dejará mentir). No se si fue aquella vez, cuando mi padre me habló del Protocolo de Kioto y de que Estados Unidos fue el "único país" que no lo firmó (con los años aclaré que no fue el único, claro, que China tampoco lo firmó, pero es el recuerdo que tengo de esta conversación). No se si fue aquella vez que vi un programa sobre la capa de ozono en Panamericana TV; tan bueno, pero tan bueno que con 13 años me inquietó y lo grabé en mi viejo VHS. No se si fue aquella vez en la que, con dos amigas de colegio, propusimos como tema de la Feria de Ciencias a la "Capa de Ozono" y las moléculas de CFC o "clorofluorocarburos" (jajaja, me podré olvidar de muchas cosas pero de esta palabrita jamás).

No se cuando comenzó mi interés por el cambio climático. Pero creo que dejé claro que el "bichito" lo tengo desde hace mucho.

Hace unos días, tuvo lugar en Lima la Cumbre sobre Cambio Climático, también conocida como la Conferencia de las Partes. La COP 20 fue el esfuerzo más reciente de las naciones para tomar acuerdos de cara a la COP21 en Paris cuando se redacten los acuerdos finales que reemplazarán al Protocolo de Kioto. Con ello se buscó el compromiso de los países (principalmente los industrializados, los grandes causantes del calentamiento global) para adoptar políticas de reducción de emisiones de CO2, destinando a la par ayuda financiera para la creación de un Fondo Verde de adaptación al cambio climático, que ayude a los países pobres a mitigar el impacto del efecto invernadero (¿verdad que parece ensañarse con estos países?).

A propósito de la COP20, en casa revisamos las medidas que estamos tomando para reducir nuestra huella ecológica. Usamos tecnología LED en todo lo que podemos como televisores y luces de la casa, por ejemplo. Conocemos el consumo de cada uno de nuestros aparatos eléctricos. Ahorramos combustible dejando remojar las cosas desde la noche anterior. Secamos la ropa al natural. Nuestro sistema de consumo de agua también es ahorrador. Tenemos plantas artificiales en vez de naturales. Usamos las cosas tecnológicas hasta que ya no sirvan. Y hacemos un plan de adquisiciones, para comprar aquello que verdaderamente necesitamos, que nos ayude a ahorrar (en el largo plazo) y que eleve nuestra calidad de vida y la de los demás.

¿Y qué harás para reducir "tu" huella ecológica?

Espero haberte metido el bichito. Y que se lo contagies a otros.


PD. Apunte para la semana: Necesito una refrigeradora más ahorradora!
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Cena de navidad orgánica

"¿Podremos disfrutar de una cena navideña orgánica?"

Además de las típicas preguntas que se hacen las familias cada navidad ("el 24 de diciembre con mi familia, el 25 con la tuya", "a quien regalaremos este año", etc.), esta es una pregunta que nos hicimos hace unas semanas. 

El reto estaba planteado así que nos quedaba pensar en opciones sencillas (porque nuestro repertorio y presupuesto es limitado), que sean agradables al paladar y bio sostenibles. 

Hoy llegó el día. Programamos nuestras actividades  y, lista en mano, me tocó ir a hacer las compras en la Biosferia de Surquillo.  

Nuestras propuestas: cuatro platos básicamente. Parece mucho pero la idea es que sean raciones pequeñas, que para pasarla bien no hay porque excederse.  

Así será nuestra cena de navidad orgánica (pensada para 4 adultos):

- Entrada: Ensalada Rusa elaborada con 2 papas medianas por persona, 1 atado  de beterraga, 3 manzanas dulces, 1/4 K de zanahoria y 1/4  K huevos en dados, con 1/4 K  de arverjas y aderezadas con un aliño de yogurt griego al natural en vez de la mayonesa tradicional (18 soles aprox.).*El yogurt griego lo puedes conseguir en la biosferia, en Madre Natura o en Lomas Natural.  

- Plato principal: Pavo horneado aderezado con 150 g de mantequilla de cabra, ajo, tomillo, romero y sal marina al gusto (18 soles entre la mantequilla y las especias, 25 soles por kilo de pavo orgánico en "La Gallinita de Corral").
*Una  buena y más económica opción puede ser comprar pollo orgánico entero a 30 nuevos soles aproximadamente.
*Las especias de"La Huertita" son súper aromáticas. Las encuentras en mix y listas para empolvorear. 

- Complemento: Pure de manzana (1 K de manzana dulce, stevia o panela al gusto, limón y agua, 5 soles la manzana) y pure de papa (2 papas amarillas medianas por persona,  1.5  tazas  de leche fresca de "La Cabrita",  unos 50 g  de la mantequilla de cabra que no se usó en el pavo,  y un poco del mix de romero, ajo y sal marina de "La  Huertita", 8 soles aprox.) *Panela hay de varias marcas, pero cuida que la stevia sea legitima, como la de la marca "Coronel"). 

- Bebida caliente: Chocolate (12 cdas. de cacao orgánico con 1 L de leche de cabra, 13 soles aprox). *El cacao orgánico es tan agradable que ni leche necesita, pero la leche fresca de cabra le da un sabor gourmet que lo hace muy especial.

¿Y el clásico panetón? Pues ya hay buenas opciones en el mercado orgánico. Por lo pronto, está la propuesta de Ayni a 25 nuevos soles. En los próximos días haré mi visita obligada a Madre Natura para adquirir opciones para mi papá y mi esposo (son diabéticos) y para mi (que no como el clásico panetón por otras razones).

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Fin de semana saludable en Huachipa

Domingo 9 am. Destino: Huachipa (específicamente la clínica del Dr. Carlos Casanova Lenti).

Estar frente al Dr. Casanova es como estar frente a una biblioteca. El hombre es un sabio. Y predica con el ejemplo pues está a un mes de cumplir 90 años pero sigue trabajando. Nos llamó mucho la atención lo rápido que camina para su edad (y ni que decir la vez que nos mostró como estirar la columna colgándose del marco de la puerta!!!)

Lo primero que puedes ver cuando ingresas a su clínica es la tiendita orgánica. Aquí puedes encontrar varios productos elaborados bajo sus indicaciones como jabones de aceite de oliva (suave aunque el aroma no me agrada mucho), Dentigredin (que básicamente es greda, una arcilla para cepillarse los dientes, sin flúor ni aditivos), champú de romero (excelente contra la caída del cabello), entre otros. Llama la atención la terapia celular que consiste en dosis de células madre embrionarias de oveja.

Al interior de la clínica puedes encontrar el restaurante vegetariano, los baños de hipertermia.... y la piscina con las esculturas de Higia y Panacea (a mi bebé preciosa le hacía mucha gracia la salida de agua).

Nos atendió a mi esposo y a mi en su consultorio. Y compartimos con él los descubrimientos que hacemos en la búsqueda por vivir mejor. Humilde - como son los sabios-, tomó nota del dato de las mallas que nos hicimos traer de Alemania para protegernos de las antenas de telefonía que rodean nuestra casa.

Pero, regresando a la conversación con el doctor, nos enteramos de nuevas cosas. Como que la sal marina, esa sal que se vende en la biosferia, ya no es saludable por el accidente nuclear de Fukushima que contaminó el Pacífico. En lugar de eso hay que consumir sal de maras.

Su lema:"el médico cura, la naturaleza sana". Su método: el alimento vivo como medicina.

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Bio-consumidora, ¿yo?

Totalmente.

Amo la comida orgánica y el ritual de comprarla: desde llevar mi cochecito de compras a la feria, conversar con los agricultores, escuchar a otros consumidores... para regresar con el bolsillo vacío y un carrito lleno.... pero sobretodo lleno de historias, sabiendo que lo que hago es una apuesta por una vida saludable y por un mundo mejor, que deseo vivamente dejarle a mi hija.

Esta historia comienza hace ocho años, realmente. Y surge de una crisis, de esas que te remecen hasta las bases... pero que bien aprovechadas se pueden convertir en tu mejor capital.

Poco a poco, sin prisas, cambiando el chip (como decía Luis Miguel, un amigo que conocí en el camino).

Aprendí a comer, a respirar, a vestir... a vivir....

Es justamente lo que quiero compartir aquí. Un poco de aquello que me apasiona, consumo sostenible, medio ambiente, reciclaje, cosas que he ido aprendiendo y acumulando en los últimos años. Esperando encontrar a otros bio consumidores como yo, compañeros de ruta.

Imagen: anamariapolo.net

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